Así fue la 7ª Semana de Cine Portugués en el MALBA

La 7ª Semana de Cine Portugués se realizó del 12 al 15 de diciembre en el MALBA y contó con seis invitados, los directores Margarida Gil, Susana de Sousa Dias, Ico Costa, Pedro Costa y Manuel Mozos y el productor Alexandre Oliveira, que presentaron sus películas y participaron de actividades de reflexión y formación. Además, por primera vez, hubo un foco en el Museo del Cine centrado en los documentales de Mozos. La Semana de Cine Portugués es producida y programada por VAIVEM, una asociación cinematográfica con sede en Buenos Aires, Quito y Lisboa, apoyada por el Camões IP, la Embajada de Portugal en la Argentina, la Fundação Calouste Gulbenkian y el MALBA. Por séptimo año consecutivo, se exhibió una cuidada selección de lo mejor y más representativo de la vital producción cinematográfica portuguesa.

La programación se dividió en cuatro pilares. Por segundo año consecutivo, un foco dedicado al poscolonialismo homenajeó a Pedro Costa, el director que más ha trabajado esta temática y en cuyas películas se refundan las voluntades obstinadas tanto cuanto la magnitud del cine. Se presentó una trilogía compuesta por Juventude em Marcha (2006), Cavalo Dinheiro (2014) y Vitalina Varela (2019) que desde que estrenó en Locarno no ha parado de recibir premios, los últimos fueron justamente en la 34ª edición del Festival Internacional de Mar del Plata. Pedro Costa, además, dio un seminario y una conferencia abierta al público en la Universidad Torcuato Di Tella.

El segundo pilar de la programación fue un foco creado a partir del dicho popular portugués “Hay más mareas que marineros” y pretendió destacar la efeméride de los 500 años de la circunnavegación de Magallanes. El faro fue el mar, otrora camino de travesías y de una especie de alteridad utópica lusitana. Cuatro films lo tuvieron como eje generoso y desafiante, objeto de seducción y de repulsión. Una vez más la asociación cinematográfica VAIVEM se unió a la Cinemateca Portuguesa / ANIM y exhibió Maria do Mar de José Leitão de Barros, un film mudo sobre los pescadores de Nazaré, una proeza de los años 30 que se pudo ver por primera vez gracias al trabajo de preservación de copias que está haciendo el Archivo Nacional de Imágenes en Movimiento de Portugal (ANIM). También parte de ese gran proyecto que engloba películas de todas las épocas, fue exhibida la deliciosa À Flor do Mar (1983) de un realizador absolutamente sui generis João César Monteiro, film que fue presentado en el MALBA por su excompañera de vida y directora, Margarida Gil, quien, además, presentó su última película, Mar, donde el pasado luso de la “conquista” se hunde en una Europa a la deriva. Fundido en un mar de imaginarios mitológicos se encuentra Peregrinação de João Botelho, adaptación cinematográfica del homónimo clásico de la literatura portuguesa de Fernão Mendes Pinto, que fue presentado por el productor de ambas películas, Alexandre Oliveira.

En la sección Panorama se redistribuyeron competencias de la Historia a través de una mujer que entabla sus batallas en A Portuguesa de Rita Azevedo Gomes. También se proyectó Alva -una coproducción argentina-, la ópera prima de Ico Costa, que lejos de ser ingenua o literal sigue a un hombre que escapa a su pasado. En Campo, Tiago Hespanha transforma la base militar más grande de Europa, que queda en las afueras de Lisboa, en escenario donde combina disciplina, soledad y algún gag rural. El triángulo de los mediometrajes fue desde la gramática luminosa y austera del niño en su terruño en Anteu (João Vladimiro) a la experimentación formal y aguda de Past Perfect (Jorge Jácome), para culminar en el espectral y bello Fordlândia Malaise, de Susana de Sousa Dias, quien también estuvo para presentarlo. A su vez, Extinção de Salomé Lamas reflexiona sobre la noción de frontera, en respuesta a un nuevo orden del mundo. Esta sección terminó con Ramiro, un poeta y bouquiniste sin inspiración que protagoniza el último largometraje de ficción de Manuel Mozos.

Finalmente, un foco dedicado al documental justamente de Mozos –un director que además se dedica a la preservación de películas en el ANIM- tuvo como premisa pensar el “archivo como una travesía” en el Museo del Cine. Auténticos frescos cinéfilos, históricos y geográficos son los títulos que se pudieron ver: A Gloria de Fazer Cinema em Portugal cobija una colección, Lisboa no Cinema crea un lugar propio donde vibra el género puro del found footage y se propone una cartografía histórica y estética de las Ruínas de Portugal. El archivo normalmente se concibe como un medio de conservar el pasado pero su resignificación es una potente máquina para transportarnos al futuro.

Todas las películas forman parte de una inmensa red de vínculos estéticos y resonancias visuales que hacen del cinema portugués uno de los más extraordinarios del panorama mundial. Los compartimentos estancos del pasado se actualizan, el fondo refleja la forma tanto cuanto la forma grita del fondo. Se busca no solo retratar lo real pero comprenderlo. Tal como en Los Siete Locos de Arlt, teniendo a la loca Ciudad de Buenos Aires de fondo, VAIVEM invitó a celebrar la séptima edición consecutiva de la Semana de Cine Portugués en la compañía de mareas y marineros, luchas personales y colectivas, vacíos, muchos, pero también mucho amor y, por sobre todas las cosas, una inmensa esperanza en el futuro.